CALLE CONCEPCIÓN JERÓNIMA: EL MESÓN DE LOS HUEVOS Y SUS TABERNAS EN LA 2ª MITAD DEL S-XIX
La tradicional y familiar calle de Concepción Jerónima arranca de la calle Atocha y baja serpenteando hasta desembocar en la calle de Toledo. Calle antigua y populosa, ya aparece citada en el Memorial de Pedro Tamayo a Felipe II de 1590, en el manuscrito nº 5819 de la BNE y la vemos en el plano de Texeira.de 1656 aunque el tramo que va desde Atocha a la actual calle del Conde de Romanones , la llamaba Barrionuevo.
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Esta calle debe su nombre al convento de Concepción Jerónima fundado en 1506 por Beatríz Galindo (La Latina) que desapareció en 1890 abriéndose la calle del Duque de Rivas.
Camino natural desde la calle Atocha a Puerta Cerrada, las Cavas y la calle de Segovia, fue siempre una vía muy transitada llena de comercios y, como veremos, de tabernas.aunque el establecimiento más famoso e importante de la calle fue el Mesón, Posada o Parador de los Huevos, que de las tres maneras era conocido.
Citado ya por Pedro Tamayo en 1590, estuvo abierto hasta 1870 casi ... ¡300! años. Nos sería difícil encontrar un establecimiento del tipo que fuera con una vida tan larga. Estaba situado en el nº 15 de la calle donde ahora se halla la Imprenta Municipal. Según la Planimetría de mediados del XVIII, era el nº 16 de la manzana 160 y ocupaba un extenso solar de forma irregular de más de 1115 metros cuadrados con fachada a la calle de casi 20 metros.
Vamos a hacer un repaso cronológico sobre este Mesón: Deleito y Piñuela en "Sólo Madrid es Corte", hablando de mesones el el Siglo de Oro, dice que "el de los Huevos, cuya existencia consta documentalmente desde 1639". Como apuntamos antes, ya existía al menos 50 años antes de esta fecha. En el tomo II de "El Madrid de Velázquez y Calderón", interesante obra de Julio Vidaurre, cita también al Mesón pero lo sitúa, de forma equivocada, en la acera de los pares de la calle.
Miguel Herrero García , en su libro “Madrid en el teatro” , no habla de
este mesón, citado en esta poesía de “Migajas del ingenio”
En el Corral de la Cruz
estamos, que un mosquetero
conozco allí que está mal
con el mesón de los Huevos
Y en varias citas que encuentra
el autor en documentos de la Sala de
alcaldes.
“Entre los documentos de la Sala de Alcaldes
de Casa y Corte hallo cuatro, por lo menos, que atañen a este mesón. En 1639
suena por primera vez, mandando al dueño del mesón no le alquilase a soldadode la guardia ni a persona que gozase
fuero. En 1701 se prohibió que se vendiesen huevos en el mismo mesón, es decir,
que los recoveros que allí los traían debían venderlos a los traficantes de la villa,
que pagaban licencia por sus puestos de la plaza. En 1729 se mandó que se
quitase el guarda que allí ponían los administradores para impedir la venta de
pollos y gallinas. En 1741 se concedieron licencias para vender huevos en el
mesón de su nombre”.
En 1740 vemos en manuscritos del AHN que el mesón estaba a nombre de Francisco Peláez y según el periódico “Mercurio
histórico y político" de Abril de 1767, si queremos encontrar un determinado libro "se
hallará en la Librería de Pedro Sánchez Pardo, calle de la Concepción Geronyrna, frente del Mesón de los Huevos". Pocos años después, entre 1770-79 el mesonero es Juan Antonio de Castro según documentos hallados en el AVM.
FIG-2.-. Parecido a este debió ser el Mesón de los Huevos
(Imagen sacada del blog "Caminandopormadrid" de Carlos Osorio ) En la prensa madrileña aparecen muchos anuncios referidos al Mesón. Hemos seleccionados unos pocos curiosos que nos permiten ver las múltiples actividades que tenía el establecimiento.
"Ha
llegado al mesón de los Huevos Pedro de Arce con una partida de hilo de León,
delgado , y de distintas calidades : lo vende por mayor y por menor, y a precios
equitativos"
Diario Curioso-25/9/1786
"Manuel
Sánchez , el choricero, ha llegado al mesón de los Huevos con una partida de
chorizos de superior calidad, los quedará con equidad."
Diario de Madrid -1/10/1794
"Quien
supiere de una mula negra , alta de lomo , en pelo, que se extravió en la
mañana del día 24 del corriente, en la Plaza mayor, la entregará en el Mesón de
los Huevos, al mozo de paja y cebada , quien dará el hallazgo"
Diario de Madrid-30/8/1802
"Quien se haya encontrado una mantilla negra (…) se sirva
entregarla a la modista que vive calle de la Concepción Gerónima , inmediata al
mesón de los
Huevos"
Diario de Madrid- 8/1/1810
"En la calle de la Concepción Gerónima, mesón
de los Huevos, se halla la GALERA de Zamora, la que saldrá á la mayor brevedad;
admite asientos y arrobas para Arévalo, Medina, Toro y su carrera aprecios arreglados:
el mozo de dicho mesón darán razón."
Diario de Avisos-23/11/1846
"En el
parador de los Huevos, calle de la Concepción Gerónima, número 15, hay
exquisitas truchas del Barco
de Ávila, son asalmonadas el que quiera ver cosa buena y arreglada, que no tenga pereza y vaya a escape
si ha de probarlas"
Diario Oficial de Avisos-12/8/1849
"Al mesón de los Huevos,calle
de la Concepción Gerónima, cuarto número 12, acaba de llegar un surtido de
turrones de Alicante, Jijona, de nieve, canela, ruedas de Vitoria, de perada,
jalea, melocotón, membrillo y tarros de almíbar y turrones en barra. Todo de superior calidad, como lo
tiene acreditado en los años anteriores."
Diario Oficial de Avisos-17/12/1854
"Acaba de llegar al parador de los
Huevos un gran surtido de chorizos y embutidos extremeños de el propio Montanchez;
lo que se pone en conocimiento de los amigos y demás personas que gusten tomar dicho surtido: se espenden con equidad"
Diario Oficial de Avisos-3/5/1861
Con el siguiente anuncio comprobamos que el Mesón seguía funcionando en 1867.
"En el
mesón de los Huevos se vende un caballo negro, de tres dedos, andaluz, de siete
años: se irá arreglado."
Diario Oficial de Avisos-15/6/1867
Y en los que copiamos a continuación, vemos que en 1870, y después de una larguísima vida, ya estaba cerrado.
"Agustín
Torremocha y Juan Carrasco, vecinos de Montanchez, acaban de llegar á esta
corte con los exquisitos embutidos y ricos jamones de cerdo que ya tienen
acreditado en años
anteriores. Con motivo de haberse cerrado el parador de los Huevos, se hallan
en la Cava Baja, posada del Dragón, cuartos números 22 y 30"
Diario Oficial de Avisos-25/3/1870
"Acaba de llegar el acreditado turrón legítimo
de Jijona de todas clases; peladillas, piñones, anises y avellanas. Dichos
géneros son de primera; hasta ahora se han expedido en Concepción Gerónima,
posada de los Huevos; y este año se expenden en la misma calle, núm. 7, portal
de Marquina, a nombre del mismo que hace diez y seis años, José Arques."
Diario Oficial de Avisos-11/12/1870
Como anécdota curiosa diremos que el Marquina al que se refiere el párrafo anterior, es José de Marquina gran amigote de Godoy hasta el punto que, cuando cayó el Ministro, fue asaltada su casa en el nº 7 de la calle y estuvieron a punto de cortarle el pescuezo. Como corregidor
de Madrid (1805-1808) mandó quitar todas las cruces que había en
la vía pública; algunas, sin embargo, se mantuvieron como la de Puerta Cerrada sobre la cual se colocó un cartel que decía:
¡Oh, cruz fiel!
¡Oh, cruz divina!
que triunfaste
del pérfido Marquina
FIG- 4.- En el lugar que ocupa la Imprenta Municipal, junto a la tienda de D. Restituto, estuvo el Mesón de los Huevos (Foto años 30 . Fuente: Ayuntamiento de Madrid)
Richard Ford en su “Manual para viajeros” (hacia 1844) cita al Mesón "Hay algo parecido a un
coche que va a Ávila y sale del Mesón de los Huevos, calle de la Concepción Jerónima".
Tambien Galdós lo nombra en varias ocasiones: así en “De Oñate a la Granja” escribe: "Convino en ello Fernando, y eligió la fonda de
Genieys. Designó esta casa, como hubiera designado la Posada del Peine
o el Parador de los Huevos"
Y en "Bodas Reales " habla de varios mesones: "El mesón de los Huevos, en la
Concepción Jerónima; los del Soldado y la Herradura, los de la
Torrecilla y de Ursola, en la calle de Toledo; el de la Maragatería "
Pasamos a hablar de las tabernas.Ya en el siglo XVII tenemos documentadas varias como la de Isabel Polo en 1618 (quizás esta tabernera le sirvió algún chatito al pintor Velázquez, vecino de la calle ) y Antonio García en 1699. Aunque nos vamos a centrar en las tascas de la segunda mitad del siglo XIX, no quiero dejar de mencionar la Bodega del convento de Santo Tomás y que, según Peñasco y Cambronero, "en competencia con los órganos de Móstoles, servida por tres legos que pulsaban, a gusto del consumidor, ya el órgano del tinto, ya del moscatel, ya del pardillo, hasta que una visita girada por el General de la Orden de Santo Domingo, fue suprimida la bodega pública". En 1827 aún estaba abierta frente a la calle Barrionuevo (actual Conde de Romanones) en la trasera del convento.
En su "Guía de Madrid" de 1876, Fernández de los Ríos dice que "con objeto de expender el vino hicieron los frailes la bodega que existe en el ángulo frente a Barrio Nuevo (...) a los bebedores se les servían de sifones, sobre los cuales se leía : tinto, con limón, moscatel, pardillo, blanco. Llamaba a estos sifones órganos, por ser copia del que tan famoso se hizo en Móstoles". Según el autor de este comentario, parece que esta taberna aún existía en 1876 y que estaba en la rinconada de la calle,que corresponde al nº 6 actual, aunque Répide dice que estaba en el nº 8, donde después se construyó el Coliseo Imperial.
En cuanto al órgano de Móstoles diremos que se refiere a uno que regaló al municipio Felipe II y que Luis Zapata (1526-1595), cronista de la época, decía que "El mayor órgano es el de Móstoles, que tiene 21 diferencias admirables, lo ordinario, aflautado, orlas, dulzainas, trompetillas, pajarillos y aún voces humanas, vihuelas, áreas temblantes, tamboriles, cornetas y chirimías"
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Veamos la relación de tabernas que había en la calle en la segunda mitad del siglo XIX, con el nombre de los propietarios si los conocemos (si no conocemos este dato aparece como SN) y el año en que las tenemos documentadas, aunque podrían estar abiertas varios años antes o después del año indicado.
En el nº 1 Rafael Otero en 1880
En el nº 2 Carlos Clarós entre 1894-1900. Sobre esta taberna hablamos más adelante
En el nº 4 José Mª Billoria en1894
En el nº 6 Salvador Furias. Taberna "El Sotanillo" entre 1844-1850. Después comentamos algo de ella
Taberna "El Sotanillo" en 1876.
En el nº 7 Antonio Fernández en 1880
Roque García en 1887
En el nº 8 Francisco Berdeguer en 1880
En el nº 9 José Rodríguez en 1868
En el nº 16 Juan Mato en 1894
En el nº 19 Benito Nagoles en 1900.
En el nº 20 Antonio González en 1894
En el nº 25 Antonia López en 1851
SN. esquina al callejón en 1859. En este lugar vivió Diego Velázquez
SN en 1873
Ramón García en 1895
Martín Vara en 1900
Martín Vara en 1900
En el nº 27 SN en 1852
En el nº 31 SN en 1859
En el nº 37 SN en 1848
SN en 1863
Tomás Sánchez en 1880
En el nº 41 SN en 1870
En el nº 43 Tomás Sánchez en 1890
Andrés García en 1900
En el nº 41 SN en 1870
En el nº 43 Tomás Sánchez en 1890
Andrés García en 1900
¡¡ Dieciséis.tabernas y un mesón!!. Vaya chollo para los vecinos de la época que les gustase visitar las parroquias de Baco. Claro que a medio recorrido, si no se saltaban alguna, más que visita sería un Vía Crucis. Pero dichosos ellos que tenían donde elegir porque ahora no queda ni una. Requiescat in pace
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Taberna "El Sotanillo".-
Como hemos visto, estaba en el nº 6 de la calle, frente a la actual calle del Conde de Romanones, más o menos por donde la Bodega de Santo Tomás. Una noticia en "El País" en 1908 nos aporta más datos sobre la taberna y su peculiar dueño.
"El «Sotanillo» era una taberna, que estaba en la Concepción Jerónima, en una casa vieja, en la planta baja, más baja que la calle, de aquí el nombre, cuando la calle de Romanones era estrechísima y se llamaba de Barrionuevo. Era célebre el «Sotanillo» por las chuletas, asadas a la misma puerta del establecimiento, en unas grandes parrillas.
Tirada media calle de Romanones, a ella se trasladó el dueño del «Sotanillo», que, en una más desahogada tienda, seguía vendiendo las famosas chuletas. Suárez, el dueño del «Sotanillo Nuevo», era un hombre apopléjico, rico en sangre y en dinero. Falleció anteayer repentinamente, en un café de la Puerta del Sol. Se llamaba Leonardo Suárez, era asturiano y tenía setenta y tres años. Llevaba encima, siguiendo una vieja costumbre de toda su vida, una fortuna: dos pesetas veinte céntimos en calderilla, 6.232 en plata y billetes del Banco, un resguardo de treinta mil duros, otro resguardo de diez mil y otro de ciento diez mil pesetas. Los que practicaron el registro en el cadáver quedaron absortos."
No nos extraña la sorpresa de los funcionarios al descubrir ese fortunón en los bolsillos del tabernero. Efectivamente, en 1894 Leonardo Suárez tiene taberna en el nº 2 de la calle Barrionuevo (en 1899 pasa a llamarse calle del Conde de Romanones) esquina con Concepción Jerónima. Por aquí va Fortunata según nos cuenta Galdós "En la calle Barrionuevo (...) Fortunata sigue y pasa junto a la taberna en cuya puerta está la parrilla de asar chuletas, y debajo el enorme hogar lleno de fuego"
Con la muerte de Leonardo Suárez la taberna pasa a manos de la familia Rosón que mantendrá la fama de sus chuletas hasta mediados del siglo XX. Pero esta es otra historia.
Casa Nicolás.-
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Vamos ahora a hablar un poco de la fue la última taberna de esta calle. Estaba en el nº 2. Fundada por un sereno a finales del siglo XIX. por lo que era conocida como la "Taberna del Sereno". Recuerdo un delicioso cuadrito de estaño representando a un sereno que conservaban de la época del fundador y que podemos ver en la figura 9. Tenía un zócalo de azulejos, bancos corrridos con taburetes y veladores de mármol. Era muy frecuentada por los artistas del teatro Calderón.
Como ya hemos apuntado, en 1894 su propietario (seguramente el sereno) era Carlos Clarós; entre 1911 y 1920 estuvo a nombre de Félix Martínez. En 1930 y hasta 1961 en los Anuarios está a nombre de la familia Menéndez por lo que era conocida como Casa Menéndez aunque desde 1944 su propietario era Nicolás Vicente; de ahí el nombre posterior de de Casa Nicolás. En 1984 estaba al frente del local el hijo del anterior, Juan. La taberna cerró hacia a finales del pasado siglo. ahora es una tienda de ropa.
FIG. 10.- El propietario Juan y un castizo cliente en 1984 (Foto Cecilia-Pasies) |
Un hecho luctuoso ocurrió en esta taberna que conmocionó al barrio. Nicolás Vicente daba comidas en el altillo del local pero al no tener licencia para la extracción de humos, se asustó ante una eminente inspección y se quitó la vida en la taberna. En la figura 8 vemos que donde ponía "comidas" debajo de "vinos y", está borrado.
FIG. 10.- Detalle del mostrador y arranque de la escalera que llevaba al comedor (Foto Cecilia- Pasies) |
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BIBLIOGRAFÍA..-
Además de las obras citadas, hemos consultado documentos en:
AHN .- Archivo Histórico Nacional
AVM .- Archivo de la villa de Madrid
Hemeroteca Nacional
Además de las obras citadas, hemos consultado documentos en:
AHN .- Archivo Histórico Nacional
AVM .- Archivo de la villa de Madrid
Hemeroteca Nacional
La verdad es que sin los caracoles de Tirso de Molina y sin Nicolás, la ronda de vinos que uno hacía por estos lares perdió dos importantes paradas. Conde de Romanones se convirtió en desierto. Extraordinario reportaje.
ResponderEliminarGracias Carlos, me alegro que te haya gustado. Que penilla que, día a día, vayan desapareciendo nuestras viejas y entrañables tabernas pero resisteremos. Un abrazo
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